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three card monteEspero que disfruteis de la lectura de la traducción que he hecho del "Sharp and flat" de John Nevil Maskelyne.

He liberado también todo el apartado de técnicas cartomágicas. Proximamente liberaré otras lecturas igual de interesantes para que continúeis profundizando en este apasionante mundo de la cartomagia y del tahurismo. Un abrazo.

                                                                      Antonio.

 

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Objetivo de la técnica: Disponer de un número de naipes preordenados durante la presentación de una sesión mágica sin que el público lo advierta.
Dejando a un lado los efectos cartomágicos que precisan de toda una baraja previamente ordenada, ya sea de tipo mnemónica, rosario o Stiben, existen otro tipo de efectos que requieren un pequeño número de naipes previamente ordenados, ya sea en relación entre ellos o bien ocupando una situación específica dentro de la baraja. La mayor dificultad estriba en mantenerlas situadas y ordenadas sin que los espectadores lo adviertan, ya que la idea de las preordenaciones de cartas es algo muy extendido entre el público. Existen numerosas técnicas que pasamos a estudiar.
Técnica:

  1. Presentar el efecto en primer lugar: Lo más elemental consiste en llevar una baraja con las cartas previamente ordenadas, realizando en primer lugar el efecto que requiere de esta preordenación. sacamos la baraja de su estuche, mezclamos en falso y procedemos a la presentación del efecto. La mezcla debe ser hecha de forma despreocupada, si somos duchos en el manejo de las cartas podemos efectuar además un falso corte.
  2. Tener las cartas fuera de la baraja: Si el grupo de cartas preordenadas necesarias para la ejecución del efecto es pequeño, por ejemplo, cinco, estas pueden estar fuera de la baraja, ya que su ausencia no será advertida por los espectadores. Pueden estar en un bolsillo. Cuando sea necesario, se mete la mano al bolsillo, aprovechando un giro a la derecha si están en el bolsillo de la derecha, ya que así quedará la maniobra oculta a los espectadores, se empalman y se añaden a la parte superior de la baraja, continuando con la presentación. La mano puede ir también al bolsillo sin necesidad de ocultar la maniobra, pero para ello es necesario que exista un pretexto que cubra la acción, siendo necesario un perfecto dominio de la misdirection para que la acción pase desapercibida por el público. Las cartas ordenadas pueden también estar colocadas en un dispensador de cartas hecho con un clip y un imperdible, (ver figura), este método es mi preferido, ya que el dispensador se coloca prendido con el imperdible por dentro del faldón de la americana, de manera que el extremo corto de las cartas, queden, casi al borde de la chaqueta, junto al bolsillo derecho del pantalón. Las cartas pueden empalmarse fácilmente en el empalme del tahúr, por ejemplo, incluso estando frontalmente a los espectadores, por lo que no es necesario cubrir la maniobra con un giro ni hacer uso de complicadas técnicas basadas en la misdirection.
  3. Ordenar las cartas al recoger las de un efecto anterior: Al recoger las cartas que están sobre la mesa como resultado de la presentación de un juego, se puede al recoger las mismas obtener las cartas necesarias y colocarlas de la manera que precisemos. Esto se hace mientras se recoge la baraja de manera despreocupada, aprovechando el momento en que los espectadores aplauden, entre risas y comentarios. Debe de hacerse esta recogida de cartas de manera abierta, si lo hacemos furtivamente, el público sospechará, sólo el mago es consciente de que está recogiendo las cartas en un orden predeterminado, los espectadores no tienen por qué sospechar si se hace de manera despreocupada y natural. Como método de despejar cualquier duda por parte de los espectadores, el siguiente efecto que se presente no debe estar basado en las cartas que acabamos de recoger, es decir se debe crear lo que el gran Ascanio denominó un paréntesis de olvido. Presentamos el juego conservando mediante falsa mezcla o mediante una reserva en el fondo de la baraja las cartas ordenadas, que serán usadas posteriormente.
  4. Ordenar las cartas durante la realización de un efecto: Algunas rutinas cartomágicas se presta a que durante su desarrollo se puedan localizar y colocar en el lugar de deseemos algunas cartas. Por ejemplo, cuando se va a revelar una carta elegida por un espectador, podemos demorar el final del juego. Mientras simulamos localizar la carta del espectador, vamos colocando las que nos interesan en el lugar deseado. Finalmente, una vez conseguido nuestro propósito encubierto, (ordenar algunas cartas), finalizamos el juego revelando la identidad de la carta del espectador. Nos bastará mezclar en falso antes de la presentación del siguiente efecto, para despejar cualquier duda que puedan tener los espectadores.

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