De las muchas variedades que presenta el trile, el realizado con discos de plástico ABS, es la última versión de este juego. Procede de los países del este de donde toma su nombre, suele verse muy frecuentemente en grandes capitales. La aparente simplicidad de los elementos utilizados, facilitan el que los incautos participen del mismo y dejen de lado el estigma que el uso de las cartas ha dado a este juego a través de los siglos; Además, su novedad aleja la idea de que se trata de la misma estafa de siempre. El tahúr emplea en este juego o estafas las mismas técnicas que las que emplea en el trile tradicional, no pudiendo llevarla a cabo si no es con la compañía de un equipo de ganchos y ayudantes perfectamente entrenados para incitar, confundir, robar o agredir si es necesario al inocente que haya tenido la desgracia de caer en sus redes.
Los discos pueden ser de cualquier material siempre que se tengan presente algunas características a respetar.
El tahúr profesional usará discos hechos del material que encuentre en cada momento, por ejemplo, madera, cartón grueso, etc. normalmente tendrán dos acabados distintos, una cara lisa y la otra cara presentará un grabado que la haga rugosa, lo que facilita la retención impidiendo que se salgan del tapete tras lanzarlos.
Los que aquí presentamos son los usados por los magos, suelen llevar las dos caras iguales, es decir, las dos rugosas, ya que además de impedir que resbalen sobre el tapete es necesario para efectuar técnicas de manipulación avanzadas como son por ejemplo el false tournover change, de lo que tahúr profesional está exento, ya que para él la finalidad del juego no es poner en práctica técnicas refinadas y complejas, si no quedarse con el dinero del incauto de uno u otro modo. Los materiales empleados son como en cualquier trile simples, su usan tres discos de plástico, concretamente ABS, de aproximadamente 7,6 cm. de diámetro por 6 mm. de grosor, de ellos dos son idénticos mientras que el tercero suele llevar en una de sus caras o bien una marca hecha con una tiza o un disco de menor tamaño, aproximadamente 3,8 cm. de diámetro y de color blanco, incrustado en el disco de mayor tamaño. Este último es el disco a seguir por parte de los primos participantes en el juego. La incrustación en el caso que nos ocupa suele ser de cerámica, lo que aporta al disco un peso extra que nos ayuda a tenerlo localizado en todo momento.
El tapete se hará de cartón o de cualquier otro material que absorba los golpes y el ruido causado por la caída de los discos sobre la mesa
Los movimientos de base son prácticamente iguales que para el trile con cartas, aunque existen una serie de movimientos específicos de esta variante, que son difíciles de detectar por los jugadores. El de la imagen corresponde a un tapete profesional, como puede verse puede abrirse para albergar varias capas de papel de periódico, lo que facilita que el mismo sea mullido, facilitando el hecho de recoger los discos de la mesa.