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CAPITULO IX, CARTAS TRUCADAS O PREPARADAS
Cartas rugosas y deslizantes, ( rough and smooth cards):
Recortar, (trimming), no es el único procedimiento para preparar los naipes con objeto de hacer trampas. Existen otros mucho más sutiles, sea testigo de los siguientes, seleccionados de una circular emitida por uno de los proveedores de material para trampas, (Sporting houses).
A los jugadores de poker inteligentes: He inventado un procedimiento mediante el cual un hombre puede estar seguro de ganar siempre que pueda introducir sus propias barajas. Las cartas no están marcadas ni recortadas en modo alguno. Pueden ser manipuladas y mezcladas por toda la mesa y sin mirar a la carta que se desea haciendo dos o tres mezclas o pelándolas (2) se obliga a quien reparte a dar un trío a un jugador o a sí mismo. Eso es algo grande en algunos juegos. En el juego Euchre se puede retener el joker cada vez o las cartas más deseadas en cualquier juego. El procedimiento es difícil de detectar pues las cartas parecen totalmente normales, además los jugadores piensan en buscar esta trampa. Otros distribuidores han estado vendiendo cartas lijadas o cartas baratas frotadas con esperma de ballena llamadas por los jugadores profesionales "cartas magnéticas". No quiero que equipare mis cartas con este tipo de basura. Uso una preparación líquida aplicada con rodillo sobre todas las cartas preparadas, una vez seca no se puede ser vista y durará tanto como duren las cartas. El objetivo es hacer ciertas cartas no preparadas con el líquido resbaladizas y que puedan fácilmente deslizarse fuera al mezclar la baraja. Se puede cortar o separar la baraja por un as o rey y fácilmente buscar tres, no importando donde estén situados en la baraja. Funciona igual de bien cuando un manco o un zurdo mezclan y dan la baraja a cortar. Estas cartas son diez veces mejores que las cartas marcadas o las recortadas y consiguen dinero rápidamente. Precio 2 dólares por baraja por correo. 20 dólares por docena de barajas. Si encarga una docena podré proporcionarle el mismo tipo de carta que emplea habitualmente.
La apacible modestia y el no asumido candor de la anterior parrafada, su honesta rectitud y una perfecta auto abnegación hacen de ella una verdadera perla literaria. Es una lástima que semejante joya se pierda y desperdicie su gloria con unos pocos que no la aprecian mientras miles podrían alegrase con su vista y seguir su camino vigorizados y renovados. Déjenme aclararlo y valorarlo como se merece. Como sugiere el talentoso autor anteriormente citado existen muchos métodos de conseguir el objetivo de hacer que las cartas se deslicen en un lugar determinado, aparte de la muy cacareada "preparación líquida aplicada con rodillo", el secreto que parece ser solo él posee. Daremos un repaso a todas ellas haciendo un esfuerzo mental y aprenderemos todo lo que debe ser aprendido.
El primer método de preparar una baraja de esta manera es ciertamente sencillo y consiste nada más que en colocar previamente a su uso, la baraja por algún tiempo en un lugar húmedo, este sistema tiene la ventaja de no ser necesario sacar la baraja del envoltorio original del fabricante. Cuando las cartas han absorbido cierta cantidad de humedad se observa que las cartas de valor bajo se deslizan con más facilidad que las figuras o las de valor alto. Esto se debe a que el barniz usado para resaltar los colores de las tintas usadas presenta cierta cantidad de una sustancia gomosa higroscópica, (afín al agua), que se vuelve más o menos blanda según se humedece. Las figuras y cartas de alto valor, al tener una mayor proporción en sus caras de este barniz se aferran con mayor facilidad a la carta siguiente. De modo que la tarea de distinguir unas de otras no es nada complicado.
No satisfecho con este incierto método el tahúr se puso la tarea de mejorarlo. La siguiente mejora fue hacer las cartas lisas más resbaladizas y las rugosas más ásperas. El resultado fue que las cartas que se requieren que sean resbaladizas eran ligeramente frotadas con jabón, y aquellas que tenían que adherirse se frotaban con una preparación débil de colofonia. Este principio ha sido la base de todos los "nuevos y mejorados" sistemas que se han ofrecido a la venta a los tahúres. O se hace tratan los naipes con algo para que se deslicen o se tratan con algo para que se adhieran.
Cuando las barajas "steam-boat" sin barnizar eran muy usadas se empleaba el sistema del esperma de ballena mencionado en el primer párrafo, era algo estupendo que funcionaba muy bien. Las cartas que era necesario distinguir de las otras eran preparadas frotando bien sus dorsos con cera dura de esperma de ballena. Después eran vigorosamente limpiadas con algún material suave hasta que adquirían un acabado brillante y pulido. Las cartas tratadas de esta manera cuando son devueltas a la baraja son fácilmente separadas del resto. Presionando de forma fuerte sobre la parte superior de la baraja y dirigiendo suavemente la presión en una dirección la baraja se divide por una de las cartas preparadas. Es decir, al cortar la baraja las cartas sin preparar permanecen juntas dejando la "doctorada" (3) en la parte superior del paquete remanente o inferior.
Cuando cartas barnizadas deben ser utilizadas como cartas deslizantes se frotan sus dorsos con un trozo de papel encerado, lo que les da un pulido adicional. pero la mejor manera es lijar suavemente los dorsos de todas las demás. Pueden ser lijadas como en el caso de las usadas para la caja trucada de Faro, (sand-tell faro-box), simplemente se ha lijado los dorsos con papel de lija de esmerilar, realmente fino cualquier otro tipo de papel sería demasiado grueso y produciría arañazos.
Todavía falta por considerar el método de preparar las cartas rugosas mediante la aplicación de ese maravillloso, golpe maestro de inventiva y genio, "la preparación líquida", según se publicita. Es de esperar que el lector no se sienta decepcionado al enterarse de que se trata. Este maravilloso producto no es ni más ni menos que barniz blanco duro aplicado finamente, eso es todo. Puede ser aplicado "con rodillo" o de cualquier otra manera según prefiera la persona que lo aplique. De hecho, cartas tratadas con este barniz se vuelven algo pegajosas y propensas a permanecer juntas, aunque no lo suficiente para que sea perceptible para cualquiera que pudiera sospecharlo. Manejando la baraja como se ha indicado anteriormente en el caso de las cartas enceradas, la separación se produce por aquellas cartas cuyos dorsos no han sido barnizados. Las instrucciones adjuntas a las cartas mencionadas se reproducen en la página 304, ya que sería presuntuoso añadir algo a los consejos que emanan de tan gran autoridad dejaremos que describa el mismo el uso de sus propio productos.
Habiendo dicho todo lo necesario para dar al lector suficiente información para su guía en cualquier caso de tahurismo con el que se pueda poner en contacto podemos finalizar este capítulo. Haciéndolo concluimos todo lo que puede ser dicho acerca de las trampas en el juego de naipes. Nos hemos visto obligados a tratar extensamente materias relacionadas con los naipes y el juego con naipes porque una gran proporción de estas artimañas están basadas en el mundo de las trampas con cartas. Casi todo el mundo juega a las cartas y muchos lo hacen por dinero, por lo tanto, el tahúr selecciona este campo que le ofrece un gran ámbito de aplicación y las más frecuentes oportunidades para el ejercicio de su vocación. El tahurismo con cartas se ha convertido en una ciencia, ya no es un asunto del azar con primitivas manipulaciones, se ha desrrollado como una profesión en la que es necesario aprender tanto como en cualquier otra actividad diaria de cualquier mortal ordinario.
Con este capítulo nos despedimos cariñosamente de los naipes, y habiendo dicho adios volvemos nuestra atención hacia otros asuntos.
Notas:
1 Existen muchas formas de tratar los naipes para hacer lo que se conoce como barajas rugosas/deslizantes. Los procedimientos mencionados en el libro son hoy irrelevantes debido al hecho de que los antiguos productos no tienen los mismos efectos sobre los modernos materiales de los naipes de hoy.
2 Mezclar por arrastre cogiendo una carta de arriba y otra de abajo.
3 Nótese que se emplea el mismo término que se usaba en la España del siglo XIX para referirse a una carta preparada con fines ilícitos.