Estafadores comunes y sus trucos

CAPÍTULO II, ESTAFADORES COMUNES Y SUS TRUCOS

Al tratar de un asunto tan amplio como el que nos ocupa, la dificultad de comenzar por el principio es mayor de lo que puede parecerle a un lector casual. Hay tantos puntos de vista desde el que puede ser abordado. En cuanto al tratamiento de todo lo que se conoce en referencia a este asunto, o remontándonos a los primeros registros, está por supuesto fuera de cuestión en el limitado espacio puesto a nuestra disposición. Incluso uno históricamente inclinado, que puede decir dónde comienza el principio. Sin duda, habría que buscar profundamente en formaciones geológicas para descubrir restos de aquel hombre que primero concibió la idea de corregir la voluble fortuna a expensas de sus compañeros. Si la ciencia logra este descubrimiento, tendremos motivos ciertamente razonables para pensar que hemos encontrado un pariente muy cercano a Adán.

Aunque el público en general tiene poco conocimiento de las altas cotas alcanzadas en las trampas, se ha escrito mucho sobre algunos de los métodos más elementales. Siendo así, la cuestión de lo que debe dejarse de lado o en qué punto debemos tomar el hilo de nuestro discurso adquiere una importancia primordial. Obviamente, es inútil repetir aquello que se conoce.

Sin embargo, muchos de estos primitivos métodos todavía se practican con tanta frecuencia, que este libro estaría incompleto sin que al menos se hiciera alguna referencia a los más importantes entre ellos. Por tanto, con objeto de despejar el terreno para lo que sigue, y en beneficio del lector, este capítulo se dedicará a los métodos más comunes de trampas.